Por el camino de los flamboyanes

Los flamboyanes están entre los árboles favoritos del mundo entero

Delonix regia
Royal poinciana. Getty Images

Viví gran parte de mi vida en una bella isla del Caribe. Había flamboyanes plantados en cada esquina. Estos magníficos árboles aparecían donde quiera que uno mirara. Recuerdo que los encontraba bonitos, pintorescos y llamativos, pero como el que ve algo todos los días llegó el momento en que ni los notaba. Eran parte del paisaje. 

No fue hasta que me mudé a los EE.UU. que los comencé a extrañar. Me hacía falta no solo verlos, pero también sentarme bajo su maravillosa sombra. En mi Isla estos árboles protegen del sol las carreteras y los caminos, tanto en el campo como en muchas áreas de la ciudad. No cabe duda de que el flamboyán es un árbol maravilloso. 

Qué es un flamboyán

Su nombre botánico es Delonix regia, pero en mi Isla se le conoce como flamboyán. Este árbol de flamantes flores también es conocido como árbol de fuego, árbol de llamas o guacamaya. También le llaman Royal poinciana o “flamboyant” en inglés.

Este es un árbol oriundo de África y tiene usos tanto prácticos como ornamentales. La mayoría de las personas lo conocen por sus magníficas flores de color rojizo, naranja intenso o amarillo, ya que son increíblemente llamativas. Pero la sombra que provee este árbol no tiene comparación. Es ideal para para hacer picnic o simplemente para vegetar. El tipo de sombra que provee es ideal, ya que este árbol crece formando una copa tipo sombrilla que filtra los rayos del sol. 

Condiciones climáticas ideales

El flamboyán florece de forma espectacular entre los meses de mayo y agosto. Pero para desarrollarse y florecer necesita pleno sol y habitar en climas tropicales o subtropicales. Este árbol es de crecimiento bastante rápido y hasta puede aguantar sequías. Sin embargo no es amigo del frío intenso, así que es difícil cultivarlos en zonas con climas templados.

Terreno  

El terreno perfecto para un flamboyán puede variar, ya que se adapta a terrenos arcillosos como arenosos. Sin embargo tener buen drenaje y mantenerse levemente húmedo durante el crecimiento inicial. Debe ser un terreno fértil, preferiblemente enmendado de forma orgánica.

No es ideal para cultivar en tiesto

Aunque existen flamboyanes de tipo bonsái, hay que ser un experto para mantenerlos en una maceta y lograr que florezcan. Como regla general, éste es un árbol de raíces amplias, agresivas y no le gusta someterse a las restricciones en un tiesto. Si decides hacerlo, mucha paciencia con tu arbolito.

Lugar para sembrarlo

Este árbol tiende a estirar su fronda, ramas y raíces de forma abundante. O sea que debes procurar sembrarlo en algún lugar donde se pueda estirar por arriba y por debajo de la tierra. También debes tener en cuenta la altura a la que puede llegar, ya que puede pasar los 40 pies y tropezar con cables eléctricos u otras estructuras.

Su sistema de raíces sobresale del terreno, por lo que hay que fijarse de no sembrarlos demasiado cerca de la casa o encintados muy endebles, ya que puede levantar sus cimientos.

Fertilizantes

A la hora de fertilizarlos lo ideal es utilizar composta orgánica madura. Pero si prefieres utilizar otros tipos de abono, es bueno saber que el nutriente favorito del flamboyán es el nitrógeno, así que asegúrate que el fertilizante tenga un alto contenido de éste elemento. También puedes utilizar uno de composición balanceada y acción retardada o lenta, de esos que se van diluyendo con los riegos. 

Para fertilizar, espera a que esté bien establecido en el terreno, dale al menos dos meses para esto. Fertiliza en la mañana y luego riega bastante ese día y los días subsiguientes. 

Propagación

El flamboyán se puede plantar por semilla, transplantar desde un tiesto al terreno o por esqueje. Si lo haces por semilla lo ideal es esperar a que las semillas maduren dentro de las vainas estando aún colgadas del árbol. También puedes acelerar el proceso de germinación metiendo las semillas ya fuera de las vainas por unos minutos en agua bastante caliente. Luego déjalas 24 horas en agua tibia o temperatura ambiente para ablandarlas.

Si decides hacerlo por rama o esqueje, asegúrate de buscar ramas gruesas, largas y saludables, de al menos 6 pies de largo. Limpia bien las ramas con un pañito tibio y húmedo. Luego déjalas descansar unos días en algún lugar donde no reciban sol directo en lo que sueltan los excesos de resina. Luego plántalas y mantén el terreno húmedo. En par de semanas comenzarán a echar raíces.

El flamboyán es un árbol fácil de cultivar, pintoresco y muy agradecido. Su magnífica sombra y la majestuosidad de sus flores es incomparable. Ya sea en la ciudad o el campo, si tienes el terreno y el clima ideal para sembrar uno de estos magníficos ejemplares no pierdas tiempo y hazlo. Ver un flamboyán florecer año tras año cambiará de forma positiva la manera en que ves el paisaje...¡te lo aseguro!