El roble amarillo, araguaney o guayacán

Este es quizás, el equivalente tropical del famoso cerezo

Roble amarillo
Roble amarillo. Getty Images

Si Lyman Frank Baum, el escritor del Mago de Oz, hubiera conocido este árbol, tal vez lo hubiera incluido en su historia. Cómo olvidar el camino de ladrillos amarillos que llevó a Dorothy hasta la ciudad de Esmeralda. Las instrucciones que le dio Glinda, el hada madrina del norte, fueron muy claras: “¡Sigue el camino amarillo, sigue el camino amarillo!”.

¡Eso si! de haberlo incluido, en vez de ladrillos el camino hubiera estado forrado de flores. Una vez este roble florece, comienza a soltar las flores más viejas para dar espacio a las nuevas. Poco a poco va formando una hermosa alfombra a todo su alrededor, cubriendo los caminos aledaños con su colorida magia.

No hay duda de que este árbol es grandioso. También mucho más real que el mago del cuento. El roble amarillo es un árbol fuerte y muy duradero. Una vez establecido este supera casi cualquier contratiempo. Claro, con excepción del frío y las heladas que no le vienen muy bien. Pero fuera de esto, posiblemente puede resistir hasta los embrujos de la perversa bruja de Oeste.

El roble amarillo

Su nombre botánico es Tabebuia chrysantha. Este árbol es oriundo de Centroamérica y el Norte de Suramérica. Pero por su belleza ornamental es fácil encontrarlo en muchísimos países del continente americano, incluyendo islas del Pacífico y el Caribe.

Existen más de cien especies de este árbol. Así que es muy común encontrar algunas diferencias entre unos y otros. Este árbol puede crecer a un máximo de ochenta pies de altura. Sin embargo en áreas urbanas usualmente se mantiene mucho más pequeño debido al espacio y tipo de terreno.

Sus flores amarillas

Usualmente el roble amarillo florece desde que empieza la primavera hasta que termina. Aunque hay lugares donde puede florecer todo el año. Se debe tener paciencia, pues algunos especímenes tardan años en echar sus primeras flores. También es común que los árboles de una región específica florezcan todos a la misma vez.

Sus flores tienen forma de trompeta y crecen en pequeños grupos. Estas pueden durar hasta más de un mes. Pero según pasan los días, el árbol las va dejando caer al suelo haciendo espacio para las flores nuevas. Es entonces cuando forra todos sus alrededores con una maravillosa alfombra amarilla.

Este árbol es de hoja caduca, o sea que pierde y renueva sus hojas al menos una vez al año. Usualmente lo hace justo antes de florecer, y se forra de flores de rabo a cabo. Haciendo de este un espectáculo visualmente impresionante.

Clima ideal

Siendo un árbol tropical podemos entender que necesite sol pleno (más de 6 horas al día) y algo de humedad en el ambiente. El roble amarillo se puede plantar en lugares cerca de la costa, ya que resiste los vientos y las rociadas algo saladas provenientes del mar.

Lo ideal es cultivarlo en zonas con temperaturas cálidas, ya que el frío es uno de sus peores enemigos. En Norteamérica se cultiva bien entre las zonas de clima 9 y 11.

Terreno y riegos

Este árbol no es muy exigente con los terrenos. Pero para que crezca bien saludable, necesita un terreno con muy buen drenaje. Debe ser algo arenoso pero a la vez mantener ciertos niveles de humedad. También gusta de terrenos bien fertilizados con materia orgánica (composta madura).

Una vez establecido este árbol puede aguantar ciertos niveles de sequía, pero en lo que se establece, es bueno mantenerle el terreno húmedo. Sobre todo en los primeros dos meses de sembrado.

Propagación

Entre mayo y junio este árbol produce sus frutos. Estos se pueden recoger del árbol o del suelo. Una vez se le extraigan las semillas, estas se deben poner a secar. Luego se inducen al proceso de germinación hasta que estén listas para ser plantadas. Estas crecen mejor cuando se plantan entre los meses de noviembre y enero.

¿Se puede mantener en tiesto?

Yo tuve un roble amarillo plantado en un tiesto por muchos años, sin embargo por la falta de buena luz solar nunca me floreció. Llegó a crecer hermoso y robusto, pero nunca me regalo sus hermosas flores amarillas. Así que todo va a depender de los cuidados que le des y el lugar donde lo coloques.

El roble amarillo no exige mucho mantenimiento. Lo más importante es plantarlo en un lugar rico en fertilizantes orgánicos y que el terreno mantenga muy buen drenaje. También que reciba a diario un mínimo de 6 horas de puro sol, todo el año. Por el resto el crecerá robusto casi por arte de magia. Quién sabe, tal vez entre sus flores amarillas encuentras el camino a un mundo lleno de nuevas posibilidades para tu jardín.