La Palma Areca

Palma areca
Foto: Andrés Fortuño

La Palma Areca (también llamada Palmera Bambú) es comúnmente conocida por su uso en interiores. Es fácil ver esta palma en decoraciones victorianas y películas de época. La razón es que vive feliz en interiores sin necesidad de sol directo. Además, los cuidados necesarios para mantenerla en las mejores condiciones, son mínimos.

Este tipo de palmera es oriunda de Madagascar. Pero hoy en día se encuentra regada por todo el mundo. Desde grandes hoteles, cadenas de tiendas, restaurantes y casas particulares, todos aprovechan el exquisito follaje y voluptuosidad de esta palma tan agradecida.

Ambiente ideal

Como la mayoría, sino todas las palmeras, pertenecen a climas tropicales y de subtrópico. Así que las reglas básicas para sus cuidados son más o menos las mismas que utilizarías con tus plantas tropicales. Pero si aún tienes dudas, cuando pienses en la areca piensa en términos medios. Ni mucho, ni poco.

Cuando hablamos de palmeras, de seguro la primera imagen que nos viene a la mente es una isla azotada por el fuerte sol y las brisas salinas del mar. Pues con la areca esta imagen no es la más saludable. Ya que el exceso de sol o de viento usualmente le quema las hojas. Haciendo que se pongan amarillentas o quemándole las puntas hasta ponerlas color marrón. Entonces, lo ideal son los términos medios. Luz fuerte (no rayos directos) o sol filtrado, y áreas donde circule el aire pero no con fuertes brisas.

Terreno

Palmera al fin, la areca disfruta de un sustrato compuesto y bien drenado. Puedes mezclar tierra para jardín con algo de arena, esto ayudará a que el terreno no retenga demasiada agua. Si las vas a tener en tiesto o maceta te aconsejo colocar piedrecillas o chinos de río en el fondo del mismo para asegurar el buen drenaje del terreno.

Riegos y fertilizantes

En épocas de calor riégala dos veces en semana, y en épocas de frío una vez cada dos semanas. Si la tienes en interiores, asegúrate de tocar la tierra para ver si realmente necesita agua, recuerda que los excesos la pueden aniquilar.

Como toda planta tropical, a la areca le gusta algo de humedad en el ambiente. Si la tienes en interiores y el ambiente es muy seco, rocíale las hojas con un atomizador una o dos veces por semana (agua de lluvia preferiblemente).

Para fertilizar tu areca, utiliza un abono bien balanceado 10-10-10 (bastante diluido). También puedes agregar composta orgánica al terreno antes de sembrarla y deja que se alimente de forma natural cada vez que la riegues.

Poda y propagación

La areca tiende a crecer muy rápido. Así que periódicamente tendrás que podarle el exceso de pencas. Haz el corte de la penca bastante cerca del tronco.

Si la tienes sembrada en pleno terreno, también es recomendable eliminar los hijos o nuevos crecimientos que saldrán cerca de la base. De otra forma ella se seguirá propagando de forma salvaje y se quedará con todo el espacio. Aprovecha estos nuevos crecimientos y resiémbralos en otra maceta.

La palma areca tiende a agregarle un “no sé qué” de frescura al lugar donde se coloca. Por eso muchas personas la utilizan para decorar. Inclusive, algunas personas acostumbran a cortar algunas pencas y colocarlas en jarrones con agua dentro de la casa, las cuales se ven espectaculares.

Esta palma es excelente tanto para exteriores como interiores. Igual para mantener en tiesto o directamente en el terreno. Además, lo mejor que tiene esta palma es que pese a tus errores de principiante, ella siempre volverá a resurgir. Es una palma fuerte, bastante independiente y siempre lista para lo que venga. ¿Un consejo? Comienza con una palma pequeña y mantenla en un tiesto hasta que la conozcas mejor. Ella te dejará saber cuando estás graduado y ella lista para expandir sus horizontes.