La rosa del desierto

No es rosa, no es cactus, no es bonsái... ¿la conoces?

Rosa del desierto
Vincent Jary/Getty Images 

Es difícil pensar en la delicadeza de una rosa cuando se habla del desierto. Por lo general asociamos la rosa con los jardines formales de un palacio, el patio de nuestras abuelas o con lugares donde el clima es más benévolo. Pero la rosa del desierto nada tiene que ver con las típicas rosas que todos conocemos. Aunque produce flores hermosas, redundantemente de color rosado, esta planta está más cercana a la familia de los cactus que a la de las rosas comunes.

La rosa del desierto es una escultórica planta de fácil mantenimiento. Su tronco se ha adaptado para poder almacenar agua, y con el tiempo va creando con él magníficas formas que parecen esculturas.

Muchas personas tienden a confundir estas exquisitas formas con la técnica del bonsái, pero en realidad, está muy lejos de serlo. No importa el lugar donde las siembres, estas plantas irán formando sus gruesos troncos y ramas independientemente de la poda o de la vasija donde se siembre.

¿Qué es la rosa del desierto?

La rosa del desierto o Adenium Obesum (nombre científico) es una planta suculenta que proviene de los países en el lado este del continente africano.

Sus flores, mayormente de color rosado o blancas, son muy llamativas y hacen un hermoso contraste con los gruesos troncos y el intenso verde de sus hojas. Aunque su crecimiento es lento, esta es una planta que es muy fácil de mantener ya que no requiere de cuidados extensivos.

Es interesante saber que en algunos desiertos, existe un tipo de formación rocosa a la cual también se le da el nombre de rosa del desierto. Esto son pequeñas formaciones que se crean en la arena con la evaporación de agua, y como resultado, aparecen unas pequeñas chapitas cristalinas que asemejan una rosa abierta. Estas formaciones nada tienen que ver con la planta.

Clima

Bueno, creo que el nombre lo dice todo. La rosa del desierto crece mejor en climas calientes y donde abunda el sol. Lo ideal es que reciba luz solar la mayor parte del día. Para mantenerla dentro de la casa es necesario que esté en un área que reciba buena luz natural, ya sea en un balcón, terraza o a través de una ventana.

En el caso de zonas con inviernos fríos, lo ideal es sembrarla en maceta o tiesto y llevarla a algún lugar cálido (dentro de la casa o garaje) en lo que regresa la primavera. Es muy posible que la planta pierda todas sus hojas una vez deje de recibir buena luz solar estando dentro de la casa. Pero no hay por qué preocuparse, una vez pase el invierno y la lleves afuera, ella recuperará todas sus hojas y se fortalecerá para florecer varias veces durante el verano.

Durante estas épocas de frío es importante que la riegues con menos intensidad. Ya que sin los rayos del sol el sustrato tiende a mantenerse más húmedo, lo que puede hacer que se le pudran las raíces.

Terreno

La rosa del desierto crece mejor en terrenos fértiles pero algo arenosos. Más importante aún, estos deben tener muy buen drenaje y no deben acumular excesos de agua ni crear encharcamientos. Sus raíces están acostumbradas a terrenos secos y se pudren fácilmente con los excesos de agua.

El sustrato o terreno ideal para esta planta debe estar compuesto de arena, limo y arcilla. La arena mantiene el buen drenaje y la aireación del terreno, muy necesarios para las susceptibles raíces. El limo y la arcilla por el contrario, ayudan a que las cantidades necesarias de agua y fertilizantes se mantengan en la tierra.

Hay personas que también recomiendan el mantillo para cactus como sustrato. A mi en particular me gusta combinar el mantillo con algo de composta casera o algún otro tipo de materia orgánica para que el terreno retenga mejor los fertilizantes y la humedad necesaria.

Precauciones y plagas

Esta planta tiende a ser muy saludable y fuerte. Sin embargo no está exenta de problemas, enfermedades o plagas. Uno de los problemas más comunes es la falta o los excesos de agua. No por que se llame rosa del desierto quiere decir que no necesita agua. Es importante que al menos se riegue levemente una vez por semana, especialmente si está sembrada en una maceta y recibe los fuertes rayos del sol.

También puede ser atacada por pulgones y moscas blancas. Igual que con todas tus plantas es buena práctica mirarla debajo de las hojas de vez en cuando para asegurarte de que los insectos no estén abriendo un hotel debajo de las hojitas. Si notas algún indicio de huevos o insectos, corta alguna de las hojas que estén infectadas y mételas en una bolsita plástica para emparedados. Lleva la bolsita a tu vivero más cercano para que te den el mejor remedio.

La savia de esta planta puede ser algo tóxica. A algunas personas le puede irritar la piel y crear molestia. Siempre usa guantes cuando la estés tratando, sobre todo a la hora de cortarle ramas, hojas o raíces. Así que mucha precaución.

Por otro lado esta planta es visualmente maravillosa y muy saludable. El ancho crecimiento de su tronco la hace ver increíblemente exótica. Proveyéndote la magia visual del bonsái sin tener que pasar el arduo trabajo de mantenerlo. Si buscas una planta que prácticamente se atienda sola, en la rosa del desierto encontrarás un buen aliado. No sólo para darle interés visual a tu jardín, pero para que lo logres sin mucho trabajo.